Reporte de Conflictos Cajamarca. Enero 2017 - Junio 2017

RESUMEN

Cajamarca durante el primer semestre del año ha experimentado una situación de conflicto latente aunque no agudo. La población sigue manteniendo un proceso de resistencia frente a las actividades mineras, cuestionando no solo los impactos que vienen causando, sino la pretendida expansión de estas actividades. 

El gobierno ha mantenido un discurso que deja abierta la posibilidad de reactivar varios proyectos en la Región, incluyendo Conga.  En enero del presente año el Ministerio de Energía y Minas anunció que producto de un último reporte,  habrían identificado los proyectos aprobados y autorizados para su construcción, expeditos entonces para ser ejecutados; dentro de los mismos aparecían considerandos Conga y Shauindo en Cajamarca; además destacan a Galeno, La Granja y Michiquillay, como proyectos de exploración a impulsar en la región. Este discurso ha sido reiterado en varios momentos y por varios funcionarios del Estado.

Por su parte empresas Yanacocha, si bien no ha hablado en este período de una reactivación de Conga, sí anuncia nuevos proyectos mineros de expansión en distritos como Baños del Inca y el propio Cajamarca.  De igual forma, mineras como Sulliden en Cajabamba, o Minera South Metalurgical Resources, que pretende operar en el Valle de Condebamba-  vienen agotando los procedimientos administrativos para logar la aprobación de actividades en estas zonas. 

Otras empresas y proyectos mineros que se encuentran en ejecución son el nuevo foco de conflictos, el proyecto Tantahuatay propiedad de Minera Coimolache (Minas Buenaventura), empieza a ser seriamente cuestionado por las poblaciones de los lugares donde operan, Bambamarca, Hualgayoc, Chugur, por los impactos y riesgos ambientales que representan.

El grado de conflictividad también se expresa en la recurrente aplicación de la política de criminalización de la protesta contra líderes ambientales, y el nivel de riesgo de seguridad que los mismos vienen experimentando aún en esta etapa. 

Cajamarca durante el primer semestre del año ha experimentado una situación de conflicto latente aunque no agudo. La población sigue manteniendo un proceso de resistencia frente a las actividades mineras, cuestionando no solo los impactos que vienen causando, sino la pretendida expansión de estas actividades. 

El gobierno ha mantenido un discurso que deja abierta la posibilidad de reactivar varios proyectos en la Región, incluyendo Conga.  En enero del presente año el Ministerio de Energía y Minas anunció que producto de un último reporte,  habrían identificado los proyectos aprobados y autorizados para su construcción, expeditos entonces para ser ejecutados; dentro de los mismos aparecían considerandos Conga y Shauindo en Cajamarca; además destacan a Galeno, La Granja y Michiquillay, como proyectos de exploración a impulsar en la región. Este discurso ha sido reiterado en varios momentos y por varios funcionarios del Estado.

Por su parte empresas Yanacocha, si bien no ha hablado en este período de una reactivación de Conga, sí anuncia nuevos proyectos mineros de expansión en distritos como Baños del Inca y el propio Cajamarca.  De igual forma, mineras como Sulliden en Cajabamba, o Minera South Metalurgical Resources, que pretende operar en el Valle de Condebamba-  vienen agotando los procedimientos administrativos para logar la aprobación de actividades en estas zonas. 

Otras empresas y proyectos mineros que se encuentran en ejecución son el nuevo foco de conflictos, el proyecto Tantahuatay propiedad de Minera Coimolache (Minas Buenaventura), empieza a ser seriamente cuestionado por las poblaciones de los lugares donde operan, Bambamarca, Hualgayoc, Chugur, por los impactos y riesgos ambientales que representan.

El grado de conflictividad también se expresa en la recurrente aplicación de la política de criminalización de la protesta contra líderes ambientales, y el nivel de riesgo de seguridad que los mismos vienen experimentando aún en esta etapa.