Publicado por SERVINDI
– A solo seis años de cárcel y al pago de 30 mil soles de reparación fue condenado Alejandro Rodríguez García, quien se autoinculpó por el asesinato del rondero ambientalista Hitler Rojas Gonzales. El descontento por la sentencia es enorme, repasemos por qué.
Por Jonathan Hurtado
Servindi, 14 de enero, 2016.- A seis años de prisión fue condenado Alejandro Rodríguez García, quien se autoinculpó por el asesinato del rondero y líder ambiental Hitler Rojas Gonzales, de 34 años. En Celendín, Cajamarca, familiares, amigos, compañeros de lucha y el propio Ministerio Público han cuestionado la medida. Repasemos juntos por qué.
El Centro Poblado de Yagén, donde Hitler Rojas era alcalde y donde fue asesinado, se ubica en el distrito de Cortegana, el cual comparte límites con la región Amazonas.
Por encontrarse en una zona relativamente alejada, autoridades como policías y fiscales tardan en presentarse en situaciones que así lo requieren. Pero no siempre es así.
William Calla Rojas, miembro de las rondas campesinas de Yagén y cuñado de Hitler, recuerda que en una ocasión más de 45 policías y varios fiscales llegaron hasta el centro poblado a causa de que retuvieron a tres trabajadores de Chadín II, proyecto hidroeléctrico a cargo de la transnacional brasileña Odebrecht y contra el cual gran parte de la población se opone.
La cara más visible de esa oposición era Hitler, entonces presidente del Frente de Defensa del Río Marañón y vicepresidente del Frente de Defensa de Yagén.
En contraste con dicha ocasión, el 28 de diciembre del 2015 ningún fiscal acudió a ver lo que había ocurrido con Hitler Rojas en un descampado de Yagén. Un día antes había asumido el cargo de alcalde del centro poblado.
“El fiscal brilló por su ausencia”
“El fiscal brilló por su ausencia”, dice a Servindi Calla Rojas, una de las personas que logró ver aún con vida al líder ambiental tras el cruel ataque sufrido.
Pese a que el juzgado del caso acogió la versión de que solo Alejandro Rodríguez estuvo implicado en los hechos, lo cierto es que existe evidencia suficiente que demostraría que por lo menos habrían actuado tres personas, una de éstas sería incluso el hijo de Rodríguez García.
El mismo juzgado señala también que no se trata de un homicidio calificado, sino de homicidio simple. Esto pese a que en el cuerpo de Hitler se hallaron marcas de nueve disparos.
“Para el juzgado disparar nueve veces no es un asesinato con alevosía o crueldad”, dice sorprendida e indignada Mirtha Vásquez, abogada de la asociación Grufides que asume la defensa del caso. Y es que a esta conclusión se llegó por una razón: se tomó como cierta prácticamente la integridad de la versión dada por el procesado.
Según esta versión, Hitler era el que llevaba el arma y fue Rodríguez quien se la quitó y con la misma respondió a las supuestas agresiones del líder ambiental y padre de seis niños.
El enfrentamiento y el testigo negado
De acuerdo a varias declaraciones recogidas por este medio, Hitler regresaba a su casa acompañado de su primo hermano Paulino Rojas, cuando se originó el ataque. Ambos venían de libar cuando de pronto se “cruzaron” con Rodríguez, personaje que en repetidas ocasiones se ha manifestado a favor del proyecto Chadín II.
Para cuando se oyeron los disparos Paulino se encontraba tirado en una quebrada cerca. Momentos antes, desconocidos (se presume que fue más de uno) lo habían reducido y llevado a otra parte. Cuando escuchó los balazos solo atinó a huir.
Sin embargo, en el esfuerzo de reincorporarse logró ver que el hoy condenado a seis años de prisión no se encontraba solo, estaba también su hijo, Henry Rodríguez Vásquez, hoy con paradero no conocido.
Por los nervios, Paulino habría omitido revelar esta episodio ante la policía la primera vez que recogieron su declaración. Cuando finalmente lo hizo ante los magistrados del caso, estos le restaron crédito.
“Lo que se tendría que hacer es indagar sobre esta segunda versión y ver si existió una segunda persona”, explica Mirtha Vásquez en diálogo con Servindi. “El juzgado de plano ha subestimado esta versión. Esto también nos parece irregular”, agrega.
No obstante, una tercera persona también estaría involucrada en los hechos. Según Calla Rojas, existen versiones de que esta persona se “contrató” de Amazonas.
“(Alejandro y su hijo) no saben de armas, creo que han traído un sicario, le han dado (disparos) a quemarropa y se han asegurado porque si no no lo mataban”, afirma.
El cuñado de Hitler, quien lo conoció más de una década, descarta también que Hitler haya tenido en su poder un arma. “Hitler fue a pelear a golpes no con armas, él ha ido a pelear a puño limpio”.
La mano de Odebrecht
Para Eduar Rodas, presidente del Comité Provincial de las Rondas Campesinas de Celendín, y para muchos pobladores de Yagen, detrás de estos hechos se escondería la mano de Odebrecht.
Así lo consideran porque se ha vuelto obvio el trato que reciben uno y otro. “Cuando se meten con Chadín II la policía se moviliza de inmediato, pero cuando pasa algo con la población nunca se hacen presente”, explica.
Rodas también se pregunta por quienes habrían asumido y financiado la defensa de Rodríguez, ya que, según él, se sabe que esta persona no tiene demasiados recursos.
Acción inmediata
La lectura íntegra de la sentencia del caso se dio el miércoles 13 de enero en Cajamarca. Ante lo débil que resultarían los argumentos, Mirtha Vásquez sostiene que tomarán acciones rápidas, así como lo está haciendo el Ministerio Público que pidió para el asesino de Hitler una pena privativa de la libertad —precisa la abogada— de 21 años 3 meses.
“Nosotros vamos a interponer las acciones de impugnación, ya las interpusimos así conjuntamente con el Ministerio Público (…) que tiene cinco días para fundamentar su apelación y lo mismo nosotros estamos apelando en el extremo de la reparación civil que también es sumamente irrisoria: 30 mil soles por la vida de una persona”.
Seguidamente agrega: “Vamos a fundamentar nuestra apelación y vamos a esperar que en segunda instancia se vuelva a revisar este caso, se vea que los fundamentos bajo los cuales ha fallado no se ajustan a derecho y en función a eso pediremos que se revoque la sentencia”.
“Esta sentencia deja un mensaje nefasto a la sociedad pues desvalora totalmente la vida al señalarse una pena tan simbólica”, reclama la abogada de Grufides.
“Teniendo en cuenta que este homicidio al parecer tiene como móvil las disputas surgidas por la construcción del proyecto Chadín II, este hecho puede generar aún más la agudización de la violencia”, concluye.
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