Asociación francesa reconoce a César Estrada con premio de DDHH

El comunicador indígena César Estrada Chuquilín, originario de la región Cajamarca, será reconocido con el Premio Martine Anstett, por su destacable labor en la defensa de los derechos humanos. La noticia la dio a conocer la asociación que lleva el nombre del premio y que tiene su sede en Francia.

Se trata de la primera entrega de este galardón, el cual se concede en memoria, precisamente, de Martine Anstett, reconocida activista por los derechos humanos que falleció el 29 de abril de 2015, a los 46 años. 

"Gracias por este importante reconocimiento, lo dedico a los mártires que dieron sus vidas en la defensa del agua y de la vida en Cajamarca, frente a la imposición violenta del mega proyecto minero Conga de la transnacional Newmont-Yanacocha. Seguiremos firmes y consecuentes hasta la victoria final", manifestó el comunicador a través de redes sociales.

Su caso fue presentado por Michael Frost, Relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos. 

César Estrada es miembro de la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (REDCIP), espacio de articulación de los comunicadores originarios del Perú.

[El Premio] lo dedico a los mártires que dieron sus vidas en la defensa del agua y de la vida en Cajamarca.

Motivos del galardón

Como lo ha demostrado en numerosas ocasiones, Estrada Chuquilín ha cumplido una destacable labor periodística al informar sobre el impacto que tendría el proyecto minero Conga en las comunidades y las fuentes de agua de la región Cajamarca. 

Esta tarea le ha valido una serie de agresiones, incluso físicas, por parte de efectivos policiales y de la seguridad privada al servicio de Yanacocha, compañía que tiene como accionistas a las empresas Buenaventura de Perú, Newmont de Estados Unidos y al Banco Mundial. 

En la actualidad, continúan los ataques y amenazas de muerte contra el comunicador. 

Su caso fue presentado junto al de otros defensores del agua y la vida de la región, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Esto motivó que en mayo de 2014, el organismo supranacional emita una medida cautelar en la que ordena al Estado peruano resguardar la integridad de todos ellos. 

No obstante, pese a la medida cautelar, el hostigamiento, que empezó en 2011, ha alcanzado incluso a sus familiares, en especial a su padre y esposa.

Ante la desprotección del Estado, César Estrada se ha visto en la obligación de detener su labor como comunicador social mientras vela por su integridad y la de su familia.

Desde agosto de 2015 afronta una denuncia penal por los supuestos delitos de secuestro y hurto agravado por los que se le puede imputar hasta 33 años de pena privativa de la libertad.

Aunque aguarda por la lectura de la sentencia, que ha sido postergarda en más de una ocasión, no ha dejado de ser víctima de ataques y amenazas hacia su integridad.

Desde Servindi, saludamos a César Estrada Chuquilín por la entrega y el esfuerzo que ha demostrado como comunicador indígena al servicio de las comunidades de Cajamarca, por la defensa de las lagunas y por la libertad de expresión en el Perú.

Sobre Martine Anstett

Martine Anstett nació en Mosela, Francia. Desde muy joven dio muestras de su vocación por la defensa de los derechos humanos. El 1992 obtuvo una Maestría en Derecho Internacional y Europeo, y en 1994, un Master en Derecho Europeo y Comunidad. Hizo prácticas en la ONU y en medios de comunicación de su país. 

En 1995 ingresa a las Naciones Unidas, trabaja con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Años después ocupa un cargo en Amnistìa Internacional. Desde diciembre de 2009
formó parte de la Organización Internacional de Francofonía. 

Según se lee en el sitio web de la asociación que lleva su nombre, Martine tuvo una labor incansable en la lucha contra todas las formas de represión en contra de la dignidad humana. Ha trabajado, entre otras causas, por los niños soldados, contra las atrocidades contra las mujeres y por las familias de víctimas de desaparición forzada.

Fuente: Servindi